El pasado 29 de septiembre se escribió el punto (y, casi con total seguridad, aparte) de mi apasionante aventura búlgara.
Han sido 12 meses de conocimiento de culturas antes extrañas y lejanas, de novedades, sorpresas, experiencias, descubrimientos, emociones y, sobre todo, aprendizaje a todos los niveles vitales.
La imborrable huella que este año en Bulgaria ha marcado en mi camino permanecerá en mí para siempre, gracias a la Beca Icex. Amigos, compañeros, conocidos autóctonos; todos ellos, cada uno en su respectiva intensidad, son personas con un espacio eterno en mi corazón, al igual que el precioso y contradictorio país que es Bulgaria.
Por todo ello...много ьлагодаря!! (Muchas gracias!!).